Queridos Amantes:

Seré concreto. Por hoy. Y es que hoy me sentí realmente enamorado y encantado de mi grupo de trabajo, de mis queridísimos sofistas, de lo cohesionado que nos sentí tras una lectura poética maravillosa, en que cada cosa tenía sentido, en que cada pieza iba en su lugar gracias a un trabajo aperrado hasta las últimas; aún a pesar del estudio, aún a pesar de las dificultades, del estrés, de las ideas que parecen tan vagas al principio, pero que se concretan, que se materializan, que se vuelven tan realizables por el trabajo de equipo, por el apoyo de los demás, por la lluvia de ideas y cuanta cosa. Sentí hoy también que nuestros compañeros nos veían como un gran colectivo, unido; como uno solo, todos. Y esperamos a los vendados, juntos, y los aplaudimos juntos como unos locos en el segundo piso; y luego ellos a nosotros. Y estuvimos juntos hasta el fin del día... Los quiero, los adoro, estoy orgulloso de nuestro trabajo y estoy orgulloso de cada uno de nosotros. Me quedo con una sensación maravillosa, pero sin más palabras. Un beso. Y a continuar esta labor, que AÚN QUEDA SOFISMO PARA RATO...