domingo, 7 de noviembre de 2010

A veces me siento tan solo.

Y la sensación no cambia con nada. Y cometo el error de vagar por el mundo, intentando encontrar algo, como en los tiempos de antaño: en que nunca encontré nada. Y recuerdo con esto unas frases y unos caminos que se vuelven a aparecer y se retuercen y se desdoblan, dando pie a cuanta cosa, de las cuales unas saltan, y otras bailan y unas violan. Y allá va el jamás habrá mañana más hermosa y allá viene, que la que te detengas a observar; y aparece un par de libros en la cómoda, y un par de llamadas perdidas, y una tabla en la pizarra, de cosas sin tiquear. Y me siento solo. Y me siento inútil. Como la loca de mierda, de quien fui fan un día y 13 horas, porque nadie hay a quien admirar.
 Simplemente le doy, ahora, chipe libre a estos cuantos dedos junto al teclado. Eran ellos quienes tenían algo que expresar.

1 comentarios:

Blogger Vivianars ha dicho...

vecino xD
está lindo el texto, a pesar de que suenas triste, bueno, los domingos son especiales para sentirse solo
(sí, posteé en las dos entradas xD)

7 de noviembre de 2010, 21:02  

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