jueves, 25 de noviembre de 2010

La araña en la farmacia

Las cerámicas del piso de la farmacia estaban resquebrajadas. Yo esperaba mi turno, incómodo. Entretanto entró un anciano al lugar. De pronto miró hacia abajo y creyó ver una araña. La gente le decía insistentemente que no había araña, que las cerámicas estaban quebradas. Él no entendía. Pedía, con desesperación, que alguien la matara. Yo estaba a su lado.
Han pasado unos cuatro años desde eso. Hasta el día de hoy me arrepiento de no haber pisado la cerámica resquebrajada.

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Nunca me contaste esta historia...
Y la verdad es que me gusta más tu blog así, loquito-político-bonito.
Sugerencia: arranca la cortina de baño del fondo =*

26 de noviembre de 2010, 9:27  

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