Sobre la eventual reducción de horas de historia y geografía

Hace unos días, nuestro queridísimo Ministro de Educación dio a conocer una de las propuestas de la revolucionaria reforma educacional que pretende implantar el actual gobierno: reducir las horas semanales de historia y geografía a alumnos de quito básico a segundo medio, con el fin de aumentar las horas de lenguaje y matemáticas, las madres de todas las ciencias... Este es el típico pensamiento gringo del tema, la forma de ver la educación de los países desarrollados en que los niveles de productividad de su población están por encima de cualquier otra consideración, tales como el desarrollo íntegro, crítico y hasta el espacio para la contrucción de valores y la reflexión.

Por lo demás, esta es precisamente una de tantas cuestiones en que no podemos copiar y pegar los cánones de otros en pos del desarrollo; se trata de una cuestión que define nuestra identidad nacional, y que no puede estar determinada por cifras de ingeniería. Nuestras raíces han sido siempre una cuestión de la más excelsa trascendencia, y esto en general en nuestra América Latina. No podemos, con liviandad, seguir modelos que no se condicen con lo que nosotros queremos ser, debemos caminar al desarrollo, pero bajo nuestras pautas, siguiendo nuestro propio rumbo.