
No tengo ganas. A veces me cuesta (este año me ha costado) ser ese niño responsable que he sido (o tratado de ser) siempre. Y ahora se ven las más terribles consecuencias; aunque académicas. Como dije un día por ahí: académicamente este es el peor año de mi vida. Suena un
poquito mucho, pero es completamente cierto. Y a eso se suman los amigos que pierdo y los amigos que se pierden, y las penas correspondientes, porque un amigo la caga y a mí me duele. Y vienen los
yosabíaqueestoibaapasar y los
yotelodije, pero estas frases de mal gusto me las guardo para mí. Al fin y al cabo, cada cual sabe lo que hace con su vida; yo lo respeto. Por ahora me es suficiente con el débil estudio y los exámenes (más exámenes) que se vienen encima como un dirigible en llamas. En fin. Esto suena demasiado depre y no es así. Son cosas que pasan y hay que seguir adelante. La vida sigue con sus típicas misticidades, sólo hay que saber buscarlas. Además, yo sonrío. Siempre sonrío.
=)
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