martes, 1 de marzo de 2011

Oigo un montón de voces

Algunas son risueñas y brillan por su alegría entre la multitud. Otras reclaman con pena uno o dos corazoncitos, llorando por una triste distancia, buscando la forma de unirse de nuevo en un canto conjunto, en una alabanza colectiva a la divinidad, que ensalce su nombre y eleve nuestras propias almas. Desconozco ya el poder de los ritos de antaño. Amo. Pero extraño  sus trazos ininteligibles. Extraño a la bondadosa alma que me diera su mano. No tengo ganas de empezar de nuevo, sólo quiero una oportunidad sin juzgamientos; sólo quiero una hoja en blanco, una pluma y un tintero; y que nadie espere de estos trazos. Ni de aquellos.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

y yo quiero una paleta con rojo, naranja y violeta.
bonito texto =)

2 de marzo de 2011, 13:17  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio