domingo, 28 de noviembre de 2010

Y seguiré citando: (me agrada)

 (...) el equipo que ha llegado al Mineduc se siente incómodo con la apertura curricular en materias de historia post 1989, objeta que se hable en las salas de clase de "resistencia mapuche" y "colonia" durante el período español, que se califique a la Constitución de 1833 de "autoritaria", que al régimen militar se le denomine "dictadura", en fin, que la discusión histórica necesariamente supone barajar múltiples posibles interpretaciones, no siendo suficiente memorizar largas listas de hechos descontextualizados. Estos últimos, a juicio de los "educólogos", más fáciles de "medir" en pruebas de rendimiento. 
En definitiva, esta arremetida lo que prueba es que nuestros sectores más recalcitrantes, en vez de persuadir que la historia sirve para crear conciencia cívica, han optado por renunciar a toda discusión compleja. Conscientes de que han perdido la batalla por la reflexión histórica, han preferido dar un golpe duro, reduciendo el ramo tradicionalmente más central del currículo nacional.

Jocelyn-Holt
 Fuente: La Tercera


(...) El niño vive una realidad que no lo acerca a estos contenidos que tratan de emular o calificar los mismos parámetros que la OCDE o Singapur, donde se les enseña todo el instrumental para tener emprendimiento individual y para ser pequeños o medianos empresarios. Les enseñan sólo a competir aún más. Naturalmente, en estos colegios que son centros especializados, como en Taiwan o Singapur, están tan internacionalizados que no les interesa la historia nacional y menos social. Seguramente, Lavín quiere parecerse a esos países eliminando la historia social. Aquí lo que necesitamos, con urgencia, es mostrar nuestra verdadera realidad.
Para mí una cosa es clara: haga lo que haga el Gobierno, la gente confiará en su propia memoria más que en los discursos públicos que vienen del Gobierno o de los partidos políticos. Es su propia memoria la que le dice “bueno, quedaste sin pega durante la dictadura, te mataron a tus parientes, te torturaron”. Es su propia memoria la que le dice que están para puros empleos precarios. En ese sentido, la historia donde los pueblos son los verdaderos protagonistas no va a desaparecer. Tal vez desaparezca del aula, pero no desaparecerá de la calle.

 Gabriel Salazar
Premio Nacional de Historia 2006
Fuente: The Clinic

Etiquetas:

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hay muchas cosas que quiero decir!!
pero quiero comentartelas con café, tomates y queso, porque ya estoy empezand a creer que eres un teclado...
Marcia

29 de noviembre de 2010, 15:33  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio