lunes, 5 de agosto de 2013

En ocasiones las palabras son una pesada carga, cuyo peso incomoda, convirtiéndose en un estigma, en una declaración jurada, en todo lo que digas puede ser usado en tu contra; por eso prefiero fórmulas no comprometidas, porque hay cosas que necesito decir, pero ya no sé con qué palabras me volveré un mentiroso ni con cuáles interpretaré acertadamente a mi alma, siendo un ejemplo a seguir en sinceridad...