martes, 21 de septiembre de 2010

Esta es la entrada número 74 del 2010

Cuyo único objeto es evitar que allí diga 73, porque a pesar de que no soy un fundamentalista ni extremista en nada: sí me molestan algunas cosas (hechos) y, más aún, la efervescencia de la gente estúpida. Pero soy tolerante. Pero no tanto.

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lunes, 20 de septiembre de 2010

Me cargan las plantillas de blogger

porque se ven lentas las más bonitas, pero parece que estas también!
Y prometo que esto es lo último trivial que pondré y ahora pondré sólo post/voladas místicas. O mejor no prometo nada.
Pico con los fondos que hacen que se vea lento.

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Buenas noches, bonita semana

Y acaba fin de semana acaba. Y volvemos a la vida, a la vida cotidiana y a los libros y días de lectura y reunionesdelamantesofista y etcéteras. Y a pagar las cuentas, porque mañana vencen y a leer estatutos porque tengo que hacer esa maldita reunión y por eso mi maldito número de teléfono aún está pegado en la maldita pared de la maldita sala del centro de alumnos. Y habría que hacer un boceto de mural para la cafetería, pero de momento no me siento con ganas. Y me di cuenta que puedo escribir sin mirar el teclado ni la pantalla, incluso poner puntuación y tildes, porque mi tacto es bakán, aunque no tanto para tocar teclado, y sí a falta de mi nariz que existe pero no huele. Y mejor vuelvo a mirar la pantalla, porque me estreso un poco, porque después siento la necesidad de revisarme. Y así, mañana volvemos al diario vivir, pero que no es tan diario ni tan vivido. Seremos quienes somos con pelo corto, y con un aro que no se sale y con tanta tanta cosa. Así que a dormir, pequeños. Buenas noches, bonita semana.

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Tenía otra impresión la semana pasada. Hoy alegría. Hoy paz.

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viernes, 17 de septiembre de 2010

Es el viaje

Si el caminar fuese constante, quizá qué tan allá estaríamos.
Pero lo que nos detiene es también parte del caminar.

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Y ahora ahora ahora, me da lata no saber tocar cuecas. Y no es que haya que tocarlas obligatoriamente, es que me gustan, y todos las tocan y las ponen en sus radios de patio... Yo querer concierto en vivo en mi casa, protagonizado por mí xd

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miércoles, 15 de septiembre de 2010

Un momento, respiro

Y no escribo nada. Tan sólo dejaba el estudio unos minutos para volver a oír el canto sacro que Mozart compusiera y no culminara, y en el que 
Lacrimosa dies illa
Qua resurget ex favilla,
momentos en que descubría cómo mi habitación refugio es sólo eso, y que ya no puedo allí estudiar, porque justamente allí es donde escapo y me envuelvo en libros que no son memoria y en pasajes que dialogan con mi alma y no con mis pies. Y que
Judicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus.
Pero no me pesan las ramadas, sólo la falta de constancia con las letras obligatorias. Y uff, en otros tiempos escribía sin siquiera mirar el teclado. Y uff, amén Señor, gritaban de las bancas de atrás y Marcelino, pan y vino, de las creencias inocentes y olvidadas. Ay, tantos silencios; pero algunos bellos. Esos que son palabras, que se callan en el cielo porque allí no hay nada sino sentir.
Pie Jesu Domine,
Dona eis requiem.
Y los aros y cabellos y las monedas perdidas. Ingrata coherencia. Me abandonas de nuevo.
Amen.

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Desnúdate y sigue siendo TÚ.
Conchatumadre!

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martes, 14 de septiembre de 2010

Lacrimosa - Filarmónica de Viena

 
del Réquiem en re menor, K. 626
de Wolfgang Amadeus Mozart

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domingo, 12 de septiembre de 2010

Mi cama, como todo en mi habitación llevaba tiempo rotando y cambiando su lugar, pero sin ocupar nunca cierta posición, se trataba de no darle la espalda al Fēng Shuǐ: ni al sol.
Hoy tenía ganas de leer, acostado y con luz natural. A la mierda el Fēng Shuǐ.

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sábado, 11 de septiembre de 2010

Historias en mi habitación

Era monito, sí, quien llevaba la marca de Caín; el que dejó sus pantalones sobre el librero, junto al perrito que otrora lucía collares góticos hasta que le llegó su turno al Renacimiento, acomodados al pie de la antigua torre del reloj, que hoy albergaba otras flores que la antigua cámara no logró presenciar, cual flautín boliviano. Y eleváse sus cánticos la dulce Alicia, creyendo ver aún la entrada, allá arriba, de la madriguera del conejo; mientras su melliza ocupábase de este mundo y no del externo desmaravillado. Y cortejaban a huevín, el primero que desde Chillán en bus se vino y hasta allá no se ha vuelto. A ellos junto la pequeña Marcia, que volvió de su excursión; con su gomita de borrar que llamáramos le petit pour effacer con layuda de nuestros falibles traductores, pero quéimporta. Y más flores a las faldas del reloj, el ramo de la novia de cajetilla que trató conejo, que no es conejo, de recoger. Y a su lado baby Farkas, porque estaba de moda y resultó parecido ser, aunque su gorro, su jardinera y peinado, que era el sueño de su pequeño creador, cuando era pequeño y soñaba. Y monito que miraba a su izquierda porque a la derecha no había a quien mirar, y observaba el recordatorio de lámpara mágica y brillo color. Conversaba Principito y globín, quien tras la gran catástrofe debió ser llevado a quirófano y vio su ser ser cercenado por la falta de harina y el mucho relleno y sobrevivió. Y el soldado vigilaba, y cuidaba del mundo la llave maestra que ya no abría puertas ni ventanas, ni escritos de antaño tras gruesos candados olvidados. Justo en la gran escultura que aúna de niños juegos y arte posmoderno, la que rodea el chucuchucu trencito de los vagones numerarios que observan todos o casi todos, justo allí es que se rinde tributo a Pablo, porque para qué parlar de eñes, kaes, úes si para eso no estamos. Pasaba el tren sin rieles, junto a la piedra en el camino que recogiera una niña, de cinco años, y la separara más tarde de su colección a escala de masa terrestre; la conchita marina que quizá brotara en Dichato antes del aluvión y los mares y las penurias; y la flor de loto que el papel hiciera con tanta delicadeza, junto a la estrella, que del cielo, y a la tierra. Atrás el animalito saltarín, que es castor, que sin represas, porque en dios confía para limpia energía. La hoja desprendida del árbol, que en más reuniones no quiere ir y/a estar. Finalmente, junto a la ventana del primer vagón, apenas se distinguía una pequeña flor, decía mi nombre, la hiciste tú.
Mirábalos a todos la pequeña calavera; volando allá en lo alto su cuerpo etéreo, cual comunes almohadas.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Título

Hace tiempo que este, mi blogcito, no ve cómo surgen análisis metafísicos y aerodinámicos de cosa alguna y de mi parte, y eso que ya escribía yo, tiempo ya, sobre la responsabilidad celestial, y sobre vampiros emocionales y otras cuantas cosas sin más sentido que eso.
Quizás he perdido cierta capacidad de análisis o, más que eso, cierta paciencia para sentarme a seudoinvestigar un tema cualquiera y sacar conclusiones propias. Lo (poco) cierto es que ya comienzo a pensar que mis  cabellos me afectan, que yo no soy como Sansón, sino que todo lo contrario, y que quizá deba volver a visitar a mi querida y choriza peluquera, que podría comenzar a llamar la buena Dalila, o la buena de Dalila, parafraseando a cierto profesorcillo que debe ser mi mejor amigo de aquí hasta terminar una eventual futura memoria.
Y sería, creo que ñlkasadslñokj. Eso será suficiente por hoy.
Soy un ser autista en el fondo de la vida.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Cienpiés

Hoy compré parches curita al joven de la visera.
Hoy ya no tocaba el pianista.
En su lugar había un hippie vendiendo hamburguesas gigantes.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Era imposible saber dónde estaba la última... así que... bueno... probé suerte. Y perdí.

Cada día

me convenzo más del pianista...
Había olvidado lo lindo que era creer.

Her Morning Elegance - Oren Lavie

 
La cama no es para dormir, es para soñar.

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viernes, 3 de septiembre de 2010

Creo

Hoy cai en la cuenta de que mis antiguos esfuerzos por ser un hombre culto, o más bien por ser un hombre integral, han sido interrumpidos. Ahora sólo soy un hombre, que sabe un montón de cosas inconexas entre sí, que tiene un conocimiento superficial sobre varias cosas (pero de nada en profundidad), que poco lee y que poco piensa más allá de la conversación mensual obligatoria que obliga a pensar; que no se informa, sino que sólo se conforma con saber que en la tele no lo dicen todo, y quizá sólo digan nadas; que no sabe de historia, que no entiende completamente ningún proceso complejo, al menos no bajo más de una arista; que apenas es un buen alumno, que eso no significa nada en cuanto a ser culto, que cree que es suficiente ser histriónico y molestar así al mundo por si algún pequeño impacto produce; que cree que los pequeños impactos son los más grandes, porque involucran gente, con toda su propia complejidad... Quiero volver a leer. Quiero volver a leer partituras. Quiero volver a dibujar. Quiero volver a coser. Quiero aprender cosas que jamás pensé aprender. Hasta quiero ser un gran profesional y conocedor en la cagá de carrera que estudio. No uno más. No, ¡por favor!
Creo que todo esto ha pasado por concentrarme en la vida. Como si fuera lo único... Volveré a pensar para siempre en el pianista, ese que toca más allá de este mundo maqueta, que colma de música a este mundo, la músca que todos escuchan. Da lo mismo si es real. Lo importante es que hay un montón de cosas más allá, sean lo que sean. Y sé que aunque cruzara los mares buscando el fin de este mundo y el comienzo del próximo, sé que aunque no llegara a encontrar ese horizonte por ser el mundo redondo, que aunque no llegara a ver ese fin y a ese pianista al cruzar el cielo, seguiría pensando en que hay algo aún más allá, que aún tocan el piano allá afuera... la diferencia sólo es que la maqueta era más grande de lo que pensamos...

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Strange things ♪♫

Los parches curitas ya no son parte de mi patrimonio. Hoy me cuenta. Mientras música micro. Il caballero lápices vendía pero sin vender. Y Jeremías. Que las flores y la notación 1:2 del capítulo versículo. Y el KV y la Op. Nr. de las/los Nocturnes. Y el chico chicle chócale con la samba zumba semiótica. Y el balde con el agua y las nostras óperas primas de la hiperventilación asustada. Y tú sin visto bueno, decía yo/tú/elSeñor/yellos Y escuchábale la música clásica que es barroca y romántica en el cruce calle y por sobre el barro barro. y cambiaba la a persecución. Al ricercata dos y veía cómo salía de un piano más allá de la tierra. Sí. De pronto percepción la cambió toda. Yo no era ser el ser humano Caminaba en la maqueta En la maqueta debe ser mientras el hombre tocaba tocaba su piano y el mundo escuchaba todo la  música misma que sonaba en mi cabeza todo el mundo. Yo sabía los demás no era el hombre del piano yo de miniatura. maqueta. yo.